Un sol radiante, la colla a tope, y el Pueblo Español empapado de los cientos de escolares y visitantes... De primero una mirada hacia arriba, de segundo un rinconcito tan bonito que me dieron ganas de arruinarlo un poco con una acuarela, y para terminar, la misma mirada hacia arriba de antes, pero con un poco mas de mala leche. Lo mejor, como siempre, la reunión en el bar, los comentarios de los entendidos, y la comida...