Hoy el reto era conseguir esa zona de luz proveniente de la izquierda y que entraba progresivamente en la plaza. Abajo hay otra entrada de luz por la calle desde la que yo pintaba.
Hoy he tenido suerte con el emplazamiento. Un rincón tranquilo y sin paso de gente.
Un sólo susto cuando la brigada de limpieza ha estacionado delante, tapándome toda la vista.
Empieza a ser habitual este tipo de situaciones.