A pesar de los temores acerca de las elevadas temperaturas de estos días, tengo que decir que hemos disfrutado de una mañana magnífica, con una agradable brisa.
A media mañana, cuando tenía preparado el tablero con la hoja de acuarela... de repente, ha entrado una densa niebla marina que ha tapado toda la vista del puerto y Barcelona. Se nos ha presentado un nuevo reto, porque pintar un paisaje fantasmagórico, con nula visibilidad, es algo que no se nos había presentado anteriormente.
Este es el resultado:
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Como mucho trabajo no me dio la primera acuarela y hallándome tan a gusto en esa terraza, en cuanto desapareció la niebla, pude hacer estas otras dos. Muy sencillas, hacia un lado y otro del puerto.
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Pasamos un día magnífico!