Parece una obsesión, pero en cuanto vamos a Horta, me dirijo casi siempre a este singular barrio de la Clota. Me atrae y pienso que hace poco más de un siglo, casi todo el barrio y buena parte de nuestra ciudad, debió ser así. De ahí, su nombre.
No estoy satisfecho del resultado de esta acuarela pero quería dedicarlo a esas personas que tan bien me reciben siempre que voy allí. Esta acuarela la regalo al señor que está sentado a la izquierda. Fue el mismo que al amigo Aleix, mientras pintaba le amenizó con su guitarra.
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Esta acuarela la bajo al blog con premeditación, alevosía y nocturnidad por hallarse el inquisidor general de viaje por extrañas montañas y evitar así su feroz crítica... y quién sabe? Tal vez la hoguera!!!