De nuevo he vuelto por esos caminos y senderos entre huertas, tal y como debió ser hace un siglo o dos este barrio. Donde me siento muy a gusto entre la buena gente que vive en él.
Estos son los restos que aún quedan de aquellos campos. Entre otras los pinto, porque con la marcha imparable de la ocupación del suelo, no tardarán las máquinas en transformar todos esos rincones, cambiando esa belleza que aún conservan. Son ya varios años que pinto por estos lugares, donde buena parte de sus habitantes y hortelanos ya me conocen. Me siento muy feliz!
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Como ya estoy embebido del ambiente lugareño, antes de recoger el material suelo hacer una de esas "desmelenadas" a base de manchas, pocos trazos, sin detalles y mojado sobre mojado.
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papel hecho a mano